HIT MAN / A MANO ARMADA (1972)

Gene Corman, el hermano más listo de Roger, produjo en 1972 a través de su compañía Penelope Productions, dos black thrillers (ambos distribuidos por MGM) que desarrollaban sendas versiones de clásicos del cine negro. Si en Cool Breeze/Aire Frio se atrevía con la mítica La Jungla de Asfalto de W. R. Burnett y John Huston, en Hit man /A mano armada optaba por el reciente Get Carter llevado a la pantalla un año antes en un excelente filme protagonizado por Michael Caine y dirigido por Mike Hodges, basado en la novela de Ted Lewis Jack´s return home.

Tyrone Tackett, un hampón que reside en Oakland, acude al funeral de su hermano en Los Angeles el cual falleció en extrañas circunstancias. Antes de regresar a casa empieza a investigar el misterioso suceso. Pronto descubre que su sobrina ha estado metida en turbios asuntos relacionados con el porno y empieza a seguir el rastro del negocio de las blue movies que llevó a su hermano a la tumba haciendo caso omiso a las presiones que recibe para que abandone la ciudad. El asesinato de su sobrina desencadenará su despiadada y fría venganza contra todos los involucrados en estos crueles sucesos.

Conociendo el referente británico, la película dirigida por George Armitage cobra su identidad propia especialmente por las variantes utilizadas para adaptarlo al escenario angelino y al público afroamericano. Así, las carreras de caballos son sustituidas por virulentas peleas de perros, el porno casero pasa a ser una película exhibida en salas de cine titulada sugerentemente Youngblood, las partidas de cartas en plena campiña británica derivan aquí en partidos de frontón con encontronazos de todo tipo, el hotelucho regentado por una madura ninfómana es sustituido por un motel dirigido por una no menos insaciable dama de color, maleantes con negocios de apuestas regentan aquí sospechosas reservas de animales salvajes, putas traidoras que acababan ahogadas en el fondo del muelle son aquí devoradas por leonas hambrientas…..y la mortal mirilla que ponía punto final a las andanzas de Jack Carter es finalmente virada en un giro argumental muy acorde con Sweetback y los suyos.

A mano armada es por lo tanto un remake blaxploiter del citado film británico, pero no por ello debe ser desdeñado o infravalorado. Hit man es un film curioso, directo, simpático, sucio, amoral, funky que modifica algunos elementos de la trama original aunque en líneas generales sigue paso por paso los mejores momentos de la película británica. El nivel de violencia nunca es ocultado ni ensombrecido, y en ocasiones sorprende por su insólita e inesperada contundencia. No faltan las persecuciones de rigor, alguna que otra ejecución y un par de tiroteos que justifican por si solos el visionado de la obra. La banda sonora a cargo de H.B.Barnum opta por sonidos jazz y ocasionales incursiones soul animando en todo momento las imágenes en las que se apoya.

Tampoco está ausente el comentario socio-racial: The Man controla el negocio pero entre sus filas se encuentran también delincuentes de color…sin embargo, aquí impera el relato de acción sin muchas aristas demagógicas. No olvidemos que son whitey´s los que están detrás de la película (¿abrimos el debate de White Blaxploitation vs Black Blaxploitation o lo dejamos si queréis para mejor ocasión?).

Bernie Casey está excelente encarnando al protagonista del filme, en un despliegue de chulería cool reforzada por una cuidada variedad de vestuario que el actor exhibe con singular encanto urbano aunque no hay que olvidar su cínico humor, su condición de maquina sexual y su profesionalidad a la hora de limpiar la pantalla de facinerosos de toda calaña. Le acompaña la maravillosa Pam Grier, en uno de esos papeles florero que ayudaron a consolidar su imagen y que además nos deleita con algún agradecido desnudo. En papeles secundarios cabe citar a Lisa Moore, Ed Cambridge, Don Diamond, Marilyn Joi, Candy All y Bob Harris.

El director George Armitage, proveniente de la Corman Factory, aplica todas las lecciones aprendidas con el maestro de los bajos presupuestos y rentabiliza al máximo los escasos mimbres puestos a su disposición. Años más tarde, el cineasta alcanzó el reconocimiento crítico con la singular Miami Blues (1990), una peculiar comedia negra que recordaba a las producciones de la New World Pictures y asociados, muy popular entre los afines a obras raras, transgresoras y contraculturales (en otras palabras, una moderna serie B realizada desde el mercado indie).